martes, 7 de junio de 2011

Washuzan Highland, el Parque de Diversiones Brasileño de Momotarolandia

En Momotarolandia no tenemos muchos parques de atracciones pero hay un lugar en particular que me recuerda a nuestro "Parque Nacional de Diversiones" en Costa Rica.

El verano anterior, nos enrumbamos en tren hacia Kojima, una ciudad de Momotarolandia que queda a la orilla del Mar Interno de Japón (瀬戸内海) y de allí en bus hacia nuestro destino final Washuzan Highland (鷲羽山ハイランド, la Montaña de la Pluma de Águila), un parque de atracciones estilo brasileño!!!.


Tal vez, para los habitantes de Momotarolandia, Washuzan Highland no parezca tan llamativo, pero nosotros ticos ver un parque de diversiones estilo brasileño en Japón es un "arroz con mango" (como decimos en Costa Rica) digno de ver.

A las 9:30 am llegamos en un bus casi vacío a la entrada del parque, donde ya se escucha música samba y se aprecian banderas de Brasil. Una vez pago el pase especial, hay derecho a disfrutar todo el día de todas las atracciones y shows las veces quiera.

Dado que somos fanáticos de las montañas rusas (ジェットコースター), la idea de subirse todas las veces que quiera es muy buena, por lo tanto íbamos con toda la disposición de hacer filas eternas para disfrutarlas, hasta que dentro del parque nos dimos cuenta que... estaba vacío!.

Así que la primera razón para ir a Washuzan Highland es que no hay que hacer filas porque no hay nadie (y eso se aprecia particularmente luego de haber ido a las fiesta de Zapote o el Parque de Diversiones en vacaciones).

El verano japonés es muy caliente y húmedo, particularmente a la orilla del mar. Durante nuestra visita a Washuzan, la temperatura rondaba los 33 grados Celsius así que aprovechamos para refrescarnos con los granizados (かき氷) en sabores tropicales de "mango" y hasta uno de "samba", que es un granizado muy colorido con todos los sabores de sirope.


En el parque hay muchas atracciones, la mayoría de ellas montañas rusas que lo ponen a uno de cabeza, de espaldas, sentado, de pie, perpendicular al suelo y a girar infinitamente. Apenas para el que le gusta terminar bien "batido", con la ventaja de que los juegos mecánicos son operados únicamente para el visitante de turno, así que hasta hay derecho a pedir turnos extendidos, dobles y triples sin tener que bajarse. Sin menospreciar que siempre, seguridad ante todo, nos cuidan de que estemos bien amarrados.

En la cima de la montaña de Washuzan hay un bungee jumping muy popular (que nosotros no probamos por miedosos) y una rueda de Chicago enorme (観覧車)con una vista fenomenal. Dando la vuelta en la rueda, no sólo nos refrescamos con la brisa, sino que tuvimos vista completa del parque, muchas islitas del Mar de Seto, la ciudad de Kojima y el Gran Puente de Seto (瀬戸大橋), uno de los más largos del mundo (13 km).


Cuando hace hambre, en Washuzan hay varias opciones para comer incluyendo churros (400 yenes c/u), frituras, carne asada, granizados y las pipas más caras del mundo (800 yenes c/u), precisamente porque en Momotarolandia no hay. En todo Japón, solamente en la isla de Okinawa se cultivan.

A lo largo del día hay shows que incluyen juegos, concursos y exhibición y clase de samba, animados e interpretados por brasileños muy simpáticos. En una mezcla efusiva de español-portugués compartimos un rato antes del show con ellos. Siendo tan poquitos latinos en el lugar, rápidamente se traba amistad.


Sin darnos cuenta, terminamos bailando samba en la tarima y hasta ganamos el premio del concurso de baile, más por empatía que por nuestra habilidad.

Por la tarde, cuando el calor azota más fuerte en el verano de Momotarolandia, le dijimos un adiós muy satisfecho a Washuzan Highland (http://www.w-highland.co.jp/global_en/), el parque de atracciones japonés estilo brasileño a la orilla del mar.

Queda recomendada la visita a quienes tenga la oportunidad, nosotros esperamos repetirla este año en el próximo verano. ¿Quién se apunta?.

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